Este templo fue construido durante la dinastía de los Song, cuando Hangzhou era capital del Sur de China. Dentro están las esculturas y tumbas del general Yue Fei y su hijo. En 1141, fue falsamente acusado y ejecutado. 20 años más tarde, el emperador reconoció su lealtad e hizo construir este templo en su honor. Por cierto, los dos de la primera foto que están encerrados en el calabozo fueron los que traicionaron a Yue Fei: un general envidioso y un ministro traidor. Antes la gente solía escupir (práctica habitual en China) encima de estas dos esculturas. Ahora se limita a observar reconociendo la traición.
terça-feira, 7 de dezembro de 2010
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