A unos Kms de la ciudad se encuentra Ganina Yama, un monasterio construido en el lugar en el que fueron enterrados los Romanov. De hecho el nombre significa "Foso de Ganya".
El proceso que siguieron los bolcheviques desde que fueron asesinados los Romanov hasta que finalmente descansaron en paz es bastante esperpéntico, la verdad. Primero, como hemos dicho, fueron asesinados la noche del 17 de Julio de 1918 en la Casa Ipátiev, al lado de la actual Iglesia sobre la Sangre. El ejército fusiló a toda la familia para extinguir la dinastía Romanov (el zar Nikolai II y su esposa Alejandra, su hijo Alexei y sus cuatro hijas, Olga, Tatiana, Maria y Anastasia) e incluso algunos empleados.
Luego, a media noche transportaron los cuerpos de forma secreta hasta este lugar y los tiraron a un pozo, pero resultó ser poco profundo y parte de los cuerpos quedaban al descubierto, así que tuvieron que tirar ramas en el pozo para cubrirlos. A la mañana siguiente llegaron altos cargos del Ejército Bolchevique a inspeccionar y, viendo que había demasiadas huellas y pistas de la matanza, ordenaron cambiar los cuerpos de lugar.
Cuando se hizo de noche, sacaron los cuerpos del pozo e intentaron quemarlos, pero estaban mojados y el fuego no prendía, por lo que decidieron enterrarlos en otro lugar. Los cargaron a la camioneta y se dirigieron a otro pozo cerca de la zona, pero la camioneta se quedó encallada por el barro a medio camino. Así pues, decidieron enterrarlos allí mismo, y cavaron un hoyo en el suelo. Los enterraron como pudieron.
Una semana después, el Ejército Blanco abrió una investigación y llegó a la conclusión de que los Romanov habían sido incinerados en el pozo, ya que había evidencias de disparos y de fuego y no se encontraron los cuerpos. Viendo el Ejército Rojo que el lugar del entierro no era seguro, volvieron y los enterraron en una pradera a 4 Km de Ganina Yama.
En 1979 se descubrió la fosa y, debido al clima político, se mantuvo en silencio hasta 1997, cuando se confirmó que los restos correspondían a los Romanov. Fueron canonizados en 1981 y desde 1998 sus restos reposan en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo con el resto de zares.
Y así es como termina la historia del último zar de Rusia y su familia.
En la última foto veis la bendición de un nuevo coche por parte de un sacerdote ortodoxo. Por lo visto no es extraño cuando te compras un coche llevarlo a bendecir.
Luego, a media noche transportaron los cuerpos de forma secreta hasta este lugar y los tiraron a un pozo, pero resultó ser poco profundo y parte de los cuerpos quedaban al descubierto, así que tuvieron que tirar ramas en el pozo para cubrirlos. A la mañana siguiente llegaron altos cargos del Ejército Bolchevique a inspeccionar y, viendo que había demasiadas huellas y pistas de la matanza, ordenaron cambiar los cuerpos de lugar.
Cuando se hizo de noche, sacaron los cuerpos del pozo e intentaron quemarlos, pero estaban mojados y el fuego no prendía, por lo que decidieron enterrarlos en otro lugar. Los cargaron a la camioneta y se dirigieron a otro pozo cerca de la zona, pero la camioneta se quedó encallada por el barro a medio camino. Así pues, decidieron enterrarlos allí mismo, y cavaron un hoyo en el suelo. Los enterraron como pudieron.
Una semana después, el Ejército Blanco abrió una investigación y llegó a la conclusión de que los Romanov habían sido incinerados en el pozo, ya que había evidencias de disparos y de fuego y no se encontraron los cuerpos. Viendo el Ejército Rojo que el lugar del entierro no era seguro, volvieron y los enterraron en una pradera a 4 Km de Ganina Yama.
En 1979 se descubrió la fosa y, debido al clima político, se mantuvo en silencio hasta 1997, cuando se confirmó que los restos correspondían a los Romanov. Fueron canonizados en 1981 y desde 1998 sus restos reposan en la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo con el resto de zares.
Y así es como termina la historia del último zar de Rusia y su familia.
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