Bienvenidos a Rusia, el país de las matrioshkas, del vodka, de Lenin y del capitalismo más nuevo también. El país más grande del mundo y cerca del cual tooodo parece pequeño. Solo con deciros que algunos kazajos creen que su país (5 veces más grande que España) es "bastante pequeño"... Las calles del mundo, cerca de las enormes avenidas de Rusia, parecen callejones. Muchas de las capitales europeas, cerca de Moscú, parecen más bien barrios. Y es que en Moscú el visitante se pasa el día caminando y aun después de 4 días intensos, mira el mapa y se da cuenta de que sólo ha visto un pequeño circulito del centro de la ciudad, un radio que representa una décima parte (¡o menos!) de lo que es realmente Moscú. Para los ambiciosos os recomendamos que os lo toméis con calma, pues descubrir Moscú en una sola vez es imposible.
Los precios en Moscú son bastante parecidos a lo que podrían ser, por ejemplo, los precios de Londres: si vas a sitios poco turísticos no es excesivamente caro, aunque comparado con España sí, pero si vas al centro te pegan unas clavadas que mejor evitar...
La gente, en general, es bastante amable y aunque no hablen inglés (realmente casi nadie habla inglés, ni en sitios como hoteles...), se intentan comunicar y ayudar. De hecho, ahora no nos atreveríamos a ir a Rusia sin hablar ruso, ni que sea un poquito. Nunca antes habíamos visto tan necesario hablar el idioma local como aquí. Como mínimo es imprescindible leer cirílico porque, a diferencia de otras partes del mundo con alfabetos distintos (Corea, China, Marruecos...), no está escrito en alfabeto latino, lo que lo hace suuuuuper auténtico y en ningún momento se te olvida donde estás: la nueva versión de la gran Unión Soviética, aún poderosísima.
Antes de ir a Rusia tenéis que pedir un visado en el consulado (35€) para el que necesitáis tener una carta de invitación (podéis comprarla en cualquier agencia de viajes rusa por internet). Una vez estéis allí, tienes que registraros en la policía pasados los 7 días. La mayoría de hoteles os lo hacen. Si no os alojáis en un hotel tenéis que registraros por vuestra cuenta en la policía en cada ciudad. Nosotros nos registramos en una ciudad, pero en otra, no sé cómo, se enteraron que estábamos allí y a las 09.00 picaron a nuestra puerta diciendo en ruso "policía de inmigración". ¡Menudo susto! Pero nada, fueron amables, y nos registraron otra vez gratuitamente. Es más burocrático que difícil. Lo bueno es que no hay muchos turistas que vayan por su cuenta y, por tanto, no pierde el encanto de "auténtico".
Ah, y si tenéis nacionalidad brasileña, argentina y alguna otra (no todas) de América Latina no hace falta hacer nada de eso, ni el visado!
Por cierto: ¿Quién ha dicho que en Rusia sólo hace frío? ¡¡Vaya mentira!! 1 de Junio en Moscú: 32ºC!!! Más calor que en Barcelona... y así los 15 días.
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