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domingo, 21 de março de 2010

El Castillo de Praga

Catedral de San Vito dedicada a Juan Nepomuceno, patrón y primer santo de Bohemia, una de las dos regiones de la República Checa y cuya capital es Praga:



















En el barrio de Mala Strana, al otro lado del río, se encuentra en lo alto de una colina el castillo de Praga. Dentro del recinto amurallado se encuentra, aparte del castillo, la catedral de Praga, la Calle Dorada con casitas del siglo XVI y otros edificio de interés histórico. Además, desde allí se ve toda la ciudad.

Los puentes de Praga











De todos los puentes del río Moldava a su paso por Praga, destaca el Puente de Carlos, que une la Ciudad Vieja y Mala Strana (barrio que os presentamos a continuación). Está hecho de piedra, con varias esculturas y dos torres, una a cada lado. Allí se pueden encontrar artistas de todo tipo: mimos, bailarines, músicos y sobre todo pintores. Las vistas desde el puente son, probablemente, las más fotografiadas de la ciudad.

Josefov - Barrio judío



Cerca de la plaza central se encuentra Josefov, el barrio judío de Praga. A pesar de que a principios de siglo XX fue en gran parte demolido, es uno de los mejor conservados de Europa porque los nazis, durante su ocupación, quisieron convertirlo en "Museo exótico de una raza extinguida" y trajeron objetos de tradición judía de toda Europa para que el mundo, una vez ejecutado su plan, pudiera ver cómo vivían. Realmente la locura humana no tiene límites...

En el barrio, lugar de nacimiento de Kafka, destacan la vieja sinagoga y el viejo cementerio judío.

Staroměstké Náměstí - Plaza Mayor







La Plaza Mayor es sin duda el centro turístico, histórico y comercial de Praga. A su alrededor se concentran los edificios más simbólicos de la ciudad: la iglesia de Nuestra Señora de Tyn, con esas torres puntiagudas tan características de la silueta de Praga, donde parece que uno va a ver pasar en cualquier momento algún duendecillo; el Ayuntamiento Viejo, con su famosísimo reloj astronómico de 1410, todo un espectáculo para los visitantes ya que a cada hora en punto salen las figuritas de los apóstoles, la figura que representa la muerte y un trompetero tocando por último. Os recomiendo que lo veáis.
En definitiva, mágica e ineludible.

Praga y la cultura





Como en la mayoría de capitales del este europeo, en Praga se respira cultura por cualquier rincón: historia, arquitectura, pintura, escultura, lengua, literatura pero, sobre todo, música. Todos los grandes compositores europeos pasaron por esta ciudad en algún momento de su vida.
En las dos primeras fotos Národní Divadlo o Teatro Nacional, edificio imponente junto al río Moldava donde tuvimos la oportunidad de asistir a una versión de Carmen interpretada por la compañía nacional de ballet contemporáneo ¡un chollo!
En la tercera foto, en las puertas de la librería de uno de los personajes más importantes de la ciudad: Franz Kafka. Dentro se pueden encontrar todas las obras, publicaciones y traducciones del escritor checo que, por cierto, escribía en alemán.
La cuarta foto muestra el inesperado interés que tienen los checos, especialmente los jóvenes, por las lenguas. El estudio de lenguas extranjeras, sus literaturas y sus culturas es asombroso. No es de extrañar, pues, encontrar anuncios de cursos de catalán por la ciudad (hasta dos escuelas vimos que los anunciaban).

Praga





Torre de la Pólvora y Ayuntamiento viejo:Edificio de la Filarmónica:

Museo del Comunismo:
Otra escapada invernal a una bella capital europea: Praga.
Cubierta por una capa de nieve que no le ha quitado su rasgo más característico, la magia, Praga nos ha encantado con sus maravillas. Sus calles nos han transportado al escenario digno de un cuento de hadas medieval y sus edificios y monumentos más emblemáticos nos han hecho soñar un rato. El río Moldava y los puentes que Praga extiende sobre él (que se han pintado y fotografiado desde hace siglos incansablemente) nos han acabado de hechizar, sin duda.