Ya de camino hacia abajo, paramos en Angoulême, una ciudad pequeñita pero muy bonita. Lo más importante de la ciudad es su catedral románica del s.XII (!!!) que de nuevo nos recordó ese estilo liliputiense tan raro y curioso. Por sus calles se pueden encontrar referentes del comic francófono (Lucky Luke, Asterix y Obelix o Tintin son algunos ejemplos más míticos).
quinta-feira, 29 de abril de 2010
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