El domingo fuimos con unos amigos a Polonia con el ticket de tren Schönes-Wochenende. La ciudad, Szczecin, no es muy grande, ni es de las más importantes, pero está bastante cerca de la frontera. En general es una ciudad bonita, con parques, iglesias y algunos edificios que llaman la atención más que otros, como el del ayuntamiento (1a foto). Sólo tenemos que destacar un pequeño percance: nada más salir de la estación se paró un coche de policías en la calle y nos pidió (con muy poca cortesía) la documentación. Cuando uno de nuestros amigos brasileños le enseño la fotocopia del pasaporte y el visado se rieron... Consultaron varias veces por teléfono hasta que al final, después de una hora esperando nosotros en la calle (a -5 grados) y ellos en el coche, dijeron que tenía que ir con ellos al edificio de la polecía fronteriza y que nadie podía acompañarlo. A nosotros, nos dio la dirección del lugar para que fuéramos en taxi y, después de varias aventuras, entre otras que un taxista nos pidiera 50 Euros para llevarnos a un sitio cuando en realidad valía entre 15 y 20 E (no caímos!), llegamos al lugar. Hablamos con la única persona que podía comunicarse en algún idioma que no fuera polaco, en alemán, y nos informó que nuestro amigo estaba formalmente detenido por no tener documentación y que no podíamos verlo, ni hablar con él (le habían quitado hacía tiempo el chip del teléfono) ni pasarle una notita escrita. Nos cabreamos y le dijimos por qué narices nos había hecho ir hasta allí si ni siquiera podíamos verlo. En definitiva y para no enrollarme, porque si lo contara todo podría esto tener 3 páginas, al chico no le hicieron nada pero tampoco cumplieron su papel como cuertpo de seguridad de un país de la Unión Europea: eran groseros y maleducados, ignorantes (se parecían más a burros con uniforme que a policías), abusaron de su autoridad (el chico demostró con diversos documentos que vivía y trabajaba legalmente en Berlin y podría haberlo dejado en una simple advertencia de llevar la próxima vez el original, como hizo posteriormente la policía alemana) y, además, y esto me parece el colmo, fueron corruptos, pues se inventaron una tasa de 50 zlotis (unos 12 Euros) que, casualmente es lo único que llevaba el chico en su cartera, registrada previamente.
Moraleja: olvidaos del rollo unión europea en según qué sitios, cuidado con la policía y nunca, nunca andéis sin documento!
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