Ohrid es una preciosa ciudad situada al lado del Lago Ohrid. Para los macedonios es un destino de veraneo obligatorio pero, por nuestra suerte, parece que todavía no es muy conocido internacionalmente (como llegue el turismo masivo de no vamos a decir qué países a beber cerveza y a liarla a precio más que asequible desaparecerá el encanto). De momento es un rincón desconocido para ir, desconectar y comer bien. Las vistas desde cualquier lado son espectaculares. Comimos en un pequeño restaurante al que tuvimos que ir en barca. El casco antiguo de la ciudad también es muy bonito. En una de las fotos se ve la iglesia ortodoxa con mejores vistas del país :)
Tenemos que decir que bañarse en un lago así es la caña: refrescante y relajante como la playa, pero sin olas y sin el consecuente malestar que provoca la sal. 
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