Tarde de concierto en el Auditori de Barcelona. Pleno absoluto, y eso a pesar de que 45 minutos después de terminar el show, empezaba otro de gran expectación: Barça-Madrid. Por lo visto, fútbol y música clásica no comparten el mismo público. O eso o los señores llevaban el auricular del transistor en la oreja opuesta al lado donde estaban sentadas sus engalanadas señoras.
domingo, 1 de maio de 2011
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