Antes de ir a Corea, quise probar una peluquería china. Han empezado a extenderse por Barcelona y después de ir a una en China creo que empiezo a entender por qué. Para empezar, nos atendieron antes de que abrieran oficialmente. En China el trabajo es el trabajo y van a lo que van, nada de entretenerse ni tonterías, "la feina és la feina", así que si entra un cliente, por más que falten 10 o 15 minutos para abrir, no se le dice "está cerrado", se le dice "adelante". Os podéis imaginar que un país con más de 1.000 millones de personas trabajando así va a crecer como la espuma... ¿no?Para lavarte el pelo te meten en una sala mega-fashion con tumbonas, así que se acabó la incómoda silla a la que tienes que apoyarte con la cabeza hacia atrás. Aquí directamente te tumbas en una especie de sofá-tumbona, y te puedes ver con los espejos que hay en el techo. Para cortarte el pelo, ni que sea el flequillo, pueden estar un buen rato, pues parece que iban pelo a pelo calculando los centímetros. Quien lava (al menos en esta peluquería) son las chicas y quien corta los chicos. Luego te lo secan con la forma que les digas (bueno, en mi caso dije liso y me lo hicieron rizado, pero bueno...) y todo por la friolera de 2 € !!!! In - creíble! Ah, se me olvidaba: además te ofrecen un vaso de té a ti y al acompañante totalmente gratis.
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