El Bósforo, esa masa de agua que separa Europa de Asia, ese estrecho que une el Mar Negro con el Mar de Mármara, es uno de los protagonistas indiscutibles de la ciudad. Por él cruzan cada 7 minutos barcos de pasajeros que viven a un lado y trabajan en el otro. Los diferentes puentes permiten hacerlo también en coche o autobús.
El Cuerno de Oro (Haliç) es un afluente en forma de cuerno que se une al Bósforo y que separa la parte europea en dos: la vieja, en la que vivían los otomanos, y la nueva, donde se instalaban los forasteros, vinieran de donde vivieran. La torre de Gálata, por ejemplo, que sobresale en la primera foto, es una construcción genovesa.
Pasear por el puente al atardecer es una de las cosas más mágicas de Estambul.
Pasear por el puente al atardecer es una de las cosas más mágicas de Estambul.
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