Habbous es un lugar que prácticamente conocimos por casualidad y que fue, quizás, el que más nos gustó. Es una zona comercial cerca de la casa de nuestra anfitriona y está tan bien conservada y es tan pintoresca que casi parece un parque temático. En sus calles, menos laberínticas que en la medina antigua, se puede encontrar de todo. De hecho, es una medina nueva.
sábado, 24 de outubro de 2009
Nuestros anfitriones
Una vez más, fue gracias a la gente que sentimos la esencia del lugar. Una vez más, también, fue posible gracias a Couch Surfing y a nuestros maravillosos anfitriones. Souad, la chica que está a nuestro lado, ya estuvo en nuestra casa hace un mes (podéis verla en las fotos de las fiestas de Gracia). Quizá porque ya nos conocíamos fue mejor aún: para empezar nos esperó en el aeropuerto con su coche, y eso a la 1.30 de la madrugada!!!! Nos hizo sentir como en nuestra casa y encima preparó una cena especial con sus amigas para sentir el espíritu marroquí. Tanto ella como su novio son encantadores y les damos las gracias, puesto que sin ellos no hubiera sido lo mismo.
La cena, por cierto, ni se compara a los simples platos de pasta que le preparamos nosotros.
Después de cenar, tuvimos la oportunidad de descubrir otra cara de Marruecos: la noche. Salimos alrededor de media noche hacia un club de Jazz cerca del centro y del puerto, que se llama "Jazz sous la Rocher". Tocaron una música estupenda en vivo y nos prepararon unas caipirinhas deliciosas.
Por cierto, cerca de la casa de Souad, había una mezquita. En Marruecos los minaretes de las mezquitas tienen altavoces para llamar a la pregaria, lo que provoca una sensación muy especial y te recuerda dónde estás. Lo que no sabía porque no oí en Fez, es que la primera pregaria es a las cinco de la mañana, así que estando en pleno sueño dimos un bote cuando oímos los cantos y las llamadas porque el templo estaba a un par de calles. La segunda noche ya casi lo habíamos incorporado a nuestros sueños.
La cena, por cierto, ni se compara a los simples platos de pasta que le preparamos nosotros.
Después de cenar, tuvimos la oportunidad de descubrir otra cara de Marruecos: la noche. Salimos alrededor de media noche hacia un club de Jazz cerca del centro y del puerto, que se llama "Jazz sous la Rocher". Tocaron una música estupenda en vivo y nos prepararon unas caipirinhas deliciosas.
Por cierto, cerca de la casa de Souad, había una mezquita. En Marruecos los minaretes de las mezquitas tienen altavoces para llamar a la pregaria, lo que provoca una sensación muy especial y te recuerda dónde estás. Lo que no sabía porque no oí en Fez, es que la primera pregaria es a las cinco de la mañana, así que estando en pleno sueño dimos un bote cuando oímos los cantos y las llamadas porque el templo estaba a un par de calles. La segunda noche ya casi lo habíamos incorporado a nuestros sueños.
Twin Towers y el centro comercial
Cerca del parc de la Ligue Arabe, en el Boulevard Al Massira Khadra, se encuentra el centro neurálgico de la ciudad. Su edificio principal son las Twin Towers que veis en la foto. En las calles abundan los comercios occidentales: Zara, Mango, Adidas, Nike, Dior, etc.
Fijaos en la tercera foto, todo un símbolo del "mestizaje" entre oriente y occidente en el que se encuentra actualmente Marruecos y, en concreto, Casablanca. La chica con un velo de Dior, con la Mango y la Adidas como fondo.
Lo que caracteriza la zona, bueno, y toda la ciudad (podríamos decir incluso que todo el país) es el caótico tráfico. Lo curioso es que ellos se entienden. Será porque como dijo nuestro amigo de Fez "aquí no conducimos, evitamos los accidentes" y realmente los evitan :)
Fijaos en la tercera foto, todo un símbolo del "mestizaje" entre oriente y occidente en el que se encuentra actualmente Marruecos y, en concreto, Casablanca. La chica con un velo de Dior, con la Mango y la Adidas como fondo.
Lo que caracteriza la zona, bueno, y toda la ciudad (podríamos decir incluso que todo el país) es el caótico tráfico. Lo curioso es que ellos se entienden. Será porque como dijo nuestro amigo de Fez "aquí no conducimos, evitamos los accidentes" y realmente los evitan :)
Le Parc de la Ligue Arabe
Uno de los varios parques que hay es el de la Ligue Arabe. Se encuentra en el centro rodeado por algunas de las calles más significativas de Casablanca, como es el Boulevard Brahim Roudani, Boulevar Rachidi o la Avenida Hassan II, cuyo nombre ya debe empezar a sonaros :) En el parque de la Ligue Arabe destaca la catedral Sacré-Coeur, construida en 1930 por los franceses en estilo neo-gótico. Después de la independencia de Marruecos, en 1956, dejó de funcionar como templo religioso convirtiéndose en un centro cultural. Para no perder la armonía cromática de la ciudad, está pintada también de blanco y rodeada por elegantes palmeras.
En esta zona hay también muchos consulados y edificios oficiales. En las fotos el consulado francés, sin duda una de los más importantes, y el Tribunal Superior de Justicia.
En esta zona hay también muchos consulados y edificios oficiales. En las fotos el consulado francés, sin duda una de los más importantes, y el Tribunal Superior de Justicia.
La Casablanca más cinematográfica
Todos los cinéfilos recordarán Casablanca con especial cariño. El "Play it again, Sam" o "We'll always have Paris" son frases míticas de una película que le dio internacionalidad a la ciudad. The Rick's Cafe es el escenario principal, hecho que algún empresario supo aprovechar para montar su negocio en una parte céntrica pero tranquila de la ciudad. Por otro lado, está el Rialto, cine mítico de la ciudad.
Por cierto que en la película se ve la condición de ciudad estratégica de Casablanca, por ser el lugar donde esperaban todos aquellos europeos que querían emigrar al nuevo mundo.
Por cierto que en la película se ve la condición de ciudad estratégica de Casablanca, por ser el lugar donde esperaban todos aquellos europeos que querían emigrar al nuevo mundo.
quarta-feira, 21 de outubro de 2009
La Medina Vieja
Y cómo no, la Medina Vieja. Sin duda uno de los principales atractivos de cualquier ciudad marroquí es la antigua Medina, o mercado. Este laberinto de intrincadas callejuelas siempre te conduce a un mundo de olores, colores y sabores de ensueño. Toda una sensación diferente que te recuerda dónde estás.
Rodeada por unas murallas con cuatro puertas, la Medina se encuentra muy cerca del mar y de la Mezquita Hassan II.
Rodeada por unas murallas con cuatro puertas, la Medina se encuentra muy cerca del mar y de la Mezquita Hassan II.
segunda-feira, 19 de outubro de 2009
Hassan II
Hassan II es, aparte del nombre del antiguo rey de Marruecos, la mezquita más imponente de todo el país y, probablemente, de todo el continente. Se construyó entre 1985 (fecha en que fue diseñada por el arquitecto francés Michel Pinseau) y 1993 (fecha de su inauguración), y actualmente es el segundo templo más grande del mundo después de La Meca, y el primero en altura, puesto que el minarete principal, desde el que se proyectan lásers hacia la ciudad sagrada del Islam, mide 200 metros. Está junto al mar; bien, de hecho dos tercios están construidos encima del mar. Dentro caben 25.000 personas. Está hecha principalmente de mármol recubierta de alfombras blandas y cálidas. Durante la visita, por supuesto, tuvimos que quitarnos los zapatos, así que los adjetivos no pretenden ser poéticos, solo descriptivos.
Debajo del tempo está la sala de las fuentes y este precioso hammam que, como admitió el guía, solo es decorativo aquí.
Por cierto, pese a la estupenda temperatura, el día empezó un poco nublado, así que había momentos en los que ni siquiera se llegaba a ver la punta del minarete.
También coincidimos con esta curiosa exposición de Ferraris.
Debajo del tempo está la sala de las fuentes y este precioso hammam que, como admitió el guía, solo es decorativo aquí.
Por cierto, pese a la estupenda temperatura, el día empezó un poco nublado, así que había momentos en los que ni siquiera se llegaba a ver la punta del minarete.
También coincidimos con esta curiosa exposición de Ferraris.
Casablanca
Llevados por el mejor slogan que he visto jamás "Hay países que engrandecen el alma"; por nuestro dulce recuerdo de Fez y, por qué negarlo, por las reducidas tarifas de las compañías de vuelos, decidimos saltar una vez más los 14 Km que separan la vieja Europa del maravilloso y desconocido mundo islámico.
Casablanca fue, esta vez, nuestro destino. Es la capital financiera y cultural del país, aunque no la administrativa y oficial que, como sabéis, es Rabat, a tan solo 80 Km al norte. Casablanca es, además, un importante punto de conexión para viajeros y mercancías, tanto por mar, puesto que tiene uno de los puertos más importantes de la costa atlántica africana, como por aire, ya que en su aeropuerto (enorme y espléndidamente nuevo) hacen escala prácticamente todos los vuelos europeos que van a cualquier punto de África.
Dar beïda en árabe-marroquí o Casa, como la llaman ellos cariñosamente, se llamaba hace muchos siglos Anfa. Debido a que los marineros portugueses (que más tarde la ocuparían) la identificaban por mar gracias a una casa blanca en la costa, se quedó con ese nombre. Hoy en día le hace honor al topónimo con su arquitectura clásica y art-deco pintada prácticamente por completo de blanco. Eso le da una personalidad distinta que difiere mucho del recuerdo que tenemos del centro de Fez o Meknes.
Casablanca fue, esta vez, nuestro destino. Es la capital financiera y cultural del país, aunque no la administrativa y oficial que, como sabéis, es Rabat, a tan solo 80 Km al norte. Casablanca es, además, un importante punto de conexión para viajeros y mercancías, tanto por mar, puesto que tiene uno de los puertos más importantes de la costa atlántica africana, como por aire, ya que en su aeropuerto (enorme y espléndidamente nuevo) hacen escala prácticamente todos los vuelos europeos que van a cualquier punto de África.
Dar beïda en árabe-marroquí o Casa, como la llaman ellos cariñosamente, se llamaba hace muchos siglos Anfa. Debido a que los marineros portugueses (que más tarde la ocuparían) la identificaban por mar gracias a una casa blanca en la costa, se quedó con ese nombre. Hoy en día le hace honor al topónimo con su arquitectura clásica y art-deco pintada prácticamente por completo de blanco. Eso le da una personalidad distinta que difiere mucho del recuerdo que tenemos del centro de Fez o Meknes.
domingo, 11 de outubro de 2009
Bon Àrea y Coves de Collbató
El sábado nos picó la curiosidad de saber cómo es la fábrica de la tienda en la que compramos siempre, Bon Àrea, antes conocida como Àrea de Guissona. Para ello, hicimos una excursión hasta el municipio de Guissona, en la provincia de Lleida y en el que, sorprendentemente, todo es de la cooperativa Bon Àrea (cuando digo todo, es absolutamente todo). Es interesante visitarlo aunque no os negaré que después de ver railes con miles de pollos colgando de las patas (concretamente 5000 por hora) entran ganas de hacerse vegetariano. Para los que tengan ese propósito después de salir de la fábrica, han montado un buffet libre justo a la entrada del pueblo, en el que puedes degustar todas las maravillas cárnicas que ofrece la cooperativa y donde te acabas de olvidar por completo de los 5000 pollos.
Volviendo para casa se nos ocurrió la fantástica idea de parar en Collbató, al pie de las montañas de Montserrat, para visitar las Coves de salnitre. La visita guiada empieza dentro, a una cierta altura y después de subir unas cuantas escalerillas, aunque mirando hacia arriba nadie lo diría. El recorrido dura aproximadamente una hora y nos pareció interesantísimo, si bien no es apto para claustrofóbicos, pues hay tramos en los que hay que ir prácticamente gateando. Lo más sorprendente de la cueva fue descubrir el gran parecido de algunas columnas de estalagmitas con las chimeneas de la terraza de la Pedrera y de algunas curvas de la cueva con la fachada del mismo edificio. Y es que son muchos los indicios que confirman que Gaudí y sus ayudantes estuvieron allí.
Volviendo para casa se nos ocurrió la fantástica idea de parar en Collbató, al pie de las montañas de Montserrat, para visitar las Coves de salnitre. La visita guiada empieza dentro, a una cierta altura y después de subir unas cuantas escalerillas, aunque mirando hacia arriba nadie lo diría. El recorrido dura aproximadamente una hora y nos pareció interesantísimo, si bien no es apto para claustrofóbicos, pues hay tramos en los que hay que ir prácticamente gateando. Lo más sorprendente de la cueva fue descubrir el gran parecido de algunas columnas de estalagmitas con las chimeneas de la terraza de la Pedrera y de algunas curvas de la cueva con la fachada del mismo edificio. Y es que son muchos los indicios que confirman que Gaudí y sus ayudantes estuvieron allí.
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