Ir en el metro de Berlin, U-Bahn (si es subterráneo) o S-Bahn si va por fuera, puede resultar todo un espectáculo. Aparte del considerable número de locos al los que, os advierto espaµoles, no debéis mirar o no os los quitaréis de encima (la gente aquí no se mira!!), es curioso que todos los jóvenes van por la calle o en el metro sujetando en la mano sin soltar una botella. No importa si es de cristal (como es el caso de la mayoría) o de plástico, de cerveza (como es el caso de la mayoría) , de vino u otra bebida. La cuestión es ir con la botellita sin tapón e ir dando tragos largos a morro, así como ... no sé cómo definirlo. El caso es que cuando veo a alguien en Barcelona con alguna bebida en el metro pienso "se le va a caer, se le va a caer" y bingo, al final se le cae, como le pasó a una querida amiga mía con la caipirinha en el tranvía. A ellos, increíblemente, nunca se les cae! Eso sí, uno va viendo montones de chapas de cerveza en el suelo.
El otro día íbamos en el U-Bahn cuando vimos a esta mujer mirando tiérnamente a su bebé mientras balanceaba el cochecito para que se durmiera y se relajara. Incluso entró otro cochecito con un niµo y lo miraba, cual madre empatizando con otras madres que pasean a sus bebés. Su conjunto era impecable: cochecito con bandeja a conjunto con la bolsa que lleva ella colgando. Lo gracioso fue cuando giró un poquito el carrito y nos pareció ver a un bebé demasiado peludo y además con el pelo blanco. Seguimos mirándola (no podemos evitarlo, somos latinos) hasta que vimos que el precioso bebé no era sino un perrito blanco atado en el cochecito por si acaso se le ocurría saltar.
Y lo peor no era el hecho de llevar el perro en un cochecito de bebé (lo cual ya sería considerable como para que la encierraran), lo peor era su forma de actuar!! La tía estaba como una auténtica regadera y creía realmente que llevaba un niµo!!!!
Por lo menos cuando pasó por delante de la gente que estaba sentada la miraron y se rieron. Llegué a pensar "si pasa y nadie la mira es que es tan todos como una cabra", pero no, al final ni ellos puedieron evitar mirarla.
Um comentário:
jajajaja, y yo que pensaba que todos los locos del mundo habóan venido a parar a bcn... qué poco mundo tengo...Supongo q era inevitable mencionar la anécdota de la caipirinha...
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